Mi nombre es Sylvie, tengo 31 años y me han diagnosticado lipedema. El 29 de abril de este año me sometí a una cirugía en los muslos y detrás de las pantorrillas en la Clínica GIA de Prostějov, República Checa. Me gustaría contaros las distintas etapas de mi primera operación.
28 de abril de 2025: el día antes de la operación
Fui a la clínica para firmar los documentos relacionados con mi intervención, programada para el día siguiente, y para recibir mi primera inyección de anticoagulante como prevención frente a posibles coágulos de sangre.
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Ese mismo día recogí las llaves del alojamiento donde me quedaría para recuperarme antes de regresar a Francia.
29 de abril de 2025: el día de la operación
Tenía cita en la clínica a las 7 de la mañana. Fui con mi mochila en la que llevaba mis Crocs, pijama, un dispositivo para poder orinar de pie, el cargador del móvil y un cepillo de dientes (que finalmente no llegué a usar por falta de fuerzas).
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Al llegar me pidieron que me pusiera el pijama y las Crocs, y que guardara mis cosas en una taquilla antes de ir a mi habitación. Una vez instalada, me duché con un desinfectante y volví a ponerme el pijama.
Me colocaron un catéter.
Después, Robert, asistente de la clínica, marcó en mi cuerpo las zonas que iban a ser intervenidas. También me realizaron una ecografía para evaluar con precisión la cantidad de grasa que debía retirarse.
Una enfermera y la cirujana, la Dra. Jiřina Šilhánková, se unieron a nosotros. Desde el inicio también estuvo conmigo Christelle, Country Manager de LIPOELASTIC en Francia.
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12:00h: hora de la operación
Estuve esperando en la cama unas horas hasta que me llevaron al quirófano a mediodía. Desde el principio me sentí tranquila. Mientras tanto me pusieron una vía para la medicación.
Ya en el quirófano, me desnudé para que pudieran cubrirme con Betadine. Después me ayudaron a subirme a la mesa de operaciones, charlaron un poco conmigo y me administraron la anestesia.
Me desperté unas cuatro horas más tarde, con entre 4,5 y 5 litros de grasa extraídos.
Tuve fuerzas solo para enviar un mensaje a mi familia diciendo que todo había ido bien, y me volví a dormir. Esa noche me desperté varias veces: vomité a causa de la anestesia y también tuve que ir al baño.
Ahí es cuando mi dispositivo para orinar de pie fue mi salvación. No me encontraba mal, pero recuerdo que volvía rápidamente a la cama porque me daba vueltas la cabeza: fue la única vez que me pasó.
El día después de la operación
Al despertar me llevaron el desayuno, aunque apenas tenía hambre por la anestesia. Comí un poco y bebí té linfático. Volví varias veces al baño y dormí mucho durante el día.
La doctora Šilhánková y Robert vinieron a verme y me hicieron nuevas fotos de las piernas. Fue la primera vez que las vi tras la operación: estaban bastante inflamadas alrededor de las rodillas.
Ese día también recibí una sesión de luz roja de una hora, diseñada para favorecer la cicatrización de la piel a diferentes profundidades. Este tipo de terapia también se utiliza para el acné, la curación de cicatrices y para estimular la producción de colágeno en las piernas, todo desde la cama.
Mi primer masaje: reflexología podal
La clínica me organizó el primer masaje al día siguiente de la operación, a las 16:00h. Se trató de una sesión de reflexología podal para activar suavemente el sistema linfático y evitar molestias intensas tan poco tiempo después de la cirugía. Duró aproximadamente una hora.
Después me volvieron a colocar las medias de compresión VBfLg Variant de LIPOELASTIC con un lipo extend. Es un momento doloroso, pero la compresión es esencial.
Mientras tanto, mi marido fue con Robert a la farmacia a comprar analgésicos, suplementos de hierro, inyecciones de anticoagulante y más té linfático.
Abandoné la clínica a las 17:00h y regresé a nuestro apartamento cercano. Ya tenía programadas tres sesiones de masaje más y varias de lámpara de luz roja durante los siguientes días de estancia en Prostějov.
EQUIPO LIPOELASTIC 
